Cuando hablamos de calidad de impresión de fotografías, en realidad no estamos hablando de un tema, sino de muchos temas interdependientes, y -al mismo tiempo- estamos hablando de la sensación de agrado o rechazo que genera la impresión en quien lo mira. Ese impacto define cosas tan importantes como si ese cliente acepta o no el trabajo realizado, y más importante aún, si el cliente volverá a encargar muchos otros trabajos en el futuro.
La calidad de impresión percibida se forma por varios factores, algunos influyen más que otros, pero como primera aproximación podemos mencionar algunos de los más relevantes:
1) Resolución: Una impresora actual, tiene capacidad de reproducir 4800, 5760 o 9600 dpi, es decir que puede acomodar dos gotas consecutivas con una separación de 0,0025 mm (2,5 micrones), y esas gotas pueden ser tan tan pequeñas que una sola gota impresa en un buen papel fotográfico no es visible. Esta maravillosa tecnología que permite manejar escalas asombrosamente pequeñas, sólo es útil con un papel que es capaz de controlar con igual precisión la tinta que recibe.
Al conocer lo que es capaz de hacer una impresora moderna con tinta y papeles de alta calidad, es fácil entender cómo pueden reproducirse escales de colores sin que casi puedan percibirse la transición de tonos, o como es posible reproducir colores como si fueran colores puros a pesar de estar formados por millones de gotas de sólo cuatro colores.
2) Contraste: uno de los aspectos más influyentes en la sensación de calidad es lo llamativo de la imagen. Los diseñadores de las impresoras exageran adrede muchos colores, buscando un impacto mayor que el que conseguirían con un color más cercano al real. El famoso rojo Ferrari suele ser mucho más rojo en un folleto o un poster que en el mismo auto; claro que para lograr ese impacto, se buscó la luz precisa, la lente correcta, los ajustes apropiados y un equipo capaz de reproducirlo.
3) Grises neutros: así como los tonos intensos darán relieve e impacto a la imagen, los grises aportan o quitan realismo a la misma: de nada sirve que ese auto tenga un color rojo asombroso si su silueta proyecta una sombra claramente verdosa. Ese sólo detalle arruina un trabajo bien hecho. Los grises están presentes siempre, una pared que se usa como marco o fondo para la imagen principal, la silueta de una nube, los detalles plateados o metálicos… no es posible una impresión de calidad si no se tiene gris creíble.
4) Transición de tono: ¿Cuántos tonos hay entre un naranja 100% y uno 90%? Con una buena impresora, muchos más de los que el ojo puede distinguir…siempre que el papel sea capaz de reproducirlos. Tener esta capacidad nos aporta dos ventajas importantes: por un lado, nos permite mostrar infinidad de tonos como si fueran colores puros; por otro lado, si contamos con una transición de tono imperceptible junto con colores contrastantes y un negro profundo tenemos la capacidad de reproducir imágenes con profundidad y relieve.
Y ése es el objetivo final de cualquier diseñador o fotógrafo. Desde el primer momento, lograr impacto consigue que los clientes estén felices con sus trabajos. Si querés saber más, no dudes en comunicarte a Kennen al 0810 888 6637 o vía mail a info@kennen.com.ar.
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